La vida espiritual cristiana inspirada por el Espíritu Santo, es una vida dirigida por la fe, el amor, la esperanza, la paz interior y la humildad.

Y abriendo su boca los enseñaba con estas palabras: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5, 2-3

Muchos creyentes cristianos seguramente se preguntarán: ¿cuál es el verdadero significado de la expresión: pobres en espíritu?
El patriarca de la iglesia cristiana San Agustín de Hipona, en su sermón sobre las Bienaventuranzas de Cristo afirma: Los pobres en espíritu no son los pobres en recursos, mas son los pobres en deseos (ambición). En efecto, el que es pobre en deseos, es una persona humilde, y Dios escucha los gemidos de los humildes y no desecha sus súplicas.

Agustín continúa con el siguiente comentario sobre lo que escribe el apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo en relación a la gente rica: A los ricos de este siglo manda que no sean orgullosos (1. Timoteo 6,17): puesto que no existe algo en este mundo, que genere más orgullo en el ser humano que las riquezas, es por esa razón, que la persona rica orgullosa no posee, sino que es poseída por las riquezas.

Las grandes mayorías de los habitantes en todos los países del mundo, viven una vida simple y humilde, quienes según su cultura, sus tradiciones, sus posibilidades y sus ingresos, han aprendido conformarse con lo necesario, al habitar una vivienda simple y disponer de un empleo o una actividad productiva, que les permita comprar sólo lo necesario para alimentarse, vestirse y educarse.
Este es el estilo de vida más generalizado y mayoritario en el mundo, el cual es conocido como de subsistencia en los países en desarrollo.

En los países industrializados de muy alto consumo, han aparecido en la actualidad dos nuevos estilos de vida en clara oposición al consumo extremo, y como reacción al cambio climático y al deterioro del medio ambiente global: el frugalismo y el minimalismo, que consisten en reducir compras innecesarias y así reducir la contaminación ambiental. Estos nuevos movimientos sociales son el resultado de una nueva conciencia ecológica en la sociedad, debido a que las graves consecuencias del cambio climático se han hecho cada vez más evidentes y catastróficas.

El filósofo y teólogo holandés Erasmo de Rotterdam (1466-1536) en su obra “El elogio de la locura” en la que hace una interpretación de un segmento de la 1. Carta a los Corintios del apóstol Pablo, referido al grado de instrucción de la población y diferenciando entre sabios e incultos, dice lo siguiente: Dios escoge precisamente lo que el mundo tiene por ignorante y se gloría de haber ocultado a los sabios el misterio de la salvación y haberlo revelado a los incultos y a los pobres de espíritu. A esto corresponde el que en todo el Evangelio, Cristo critica a los fariseos, a los escribas y a los doctores de la ley, en tanto que protege a la multitud de analfabetos. Y se le ve deleitarse con los niños, mujeres y pescadores, del mismo modo que entre todos los animales, agradan más a Cristo, los que más se apartan de la astucia de la zorra. Por eso quiso cabalgar en asno, cuando, si hubiera querido, habría podido hacerlo sin peligro en el lomo de un león; por eso descendió el Espíritu Santo tomando forma de paloma, y no de águila; por eso las Sagradas Escrituras hablan constantemente de ciervos y corderos, y además, Jesús llama ovejas a aquellos destinados a la vida eterna, pues ningún otro animal hay más simple que éste.

Como ejemplo muy vergonzoso y lamentable de un creyente cristiano, quien se dejó poseer por las riquezas, la ambición, los honores y el poder; y quien tuvo una vida llena de lujos, grandeza y esplendor. Ese personaje a quien me refiero, fue nada más y nada menos que el Papa Julio II (1503-1510), conocido como el Papa Guerrero o Terrible.

Este señor que desempeñó el papel de Papa (o sustituto de Cristo en la tierra), en lugar de esforzarse por imitar la vida y el ejemplo del Señor Jesucristo, su amor puro, su paz, su doctrina y su humildad; para dedicarse en cuerpo y alma a los asuntos de la fe y la esperanza de vida eterna en la Iglesia cristiana, emprendió por lo contrario una guerra frontal contra Francia y guió personalmente varias batallas contra las ciudades de Bolonia y Venecia en el territorio italiano. Además, en lo personal era de mal carácter y un astuto manipulador, que no vacilaba en valerse de intrigas y traiciones dentro del vaticano, para lograr sus ambiciosos planes.
Estas son las bien conocidas consecuencias de los deseos de ambición y de poder, cuando un ser humano en su vida interior espiritual, no logra dominarlos por medio del ejercicio de la fe y la oración.

Algunos de ustedes posiblemente habrán leido y escuchado sobre las comunidades Amish (cristianos anabaptistas)  en el continente Americano, cuyos fundadores emigraron en el siglo 18 desde Europa, huyendo de la persecución furiosa de las iglesias tradicionales: la reformada y la cátolica; porque los consideraban una nueva secta cristiana rebelde. La primera comunidad de anabautistas Amish fue establecidad en los USA en el año 1740 en el estado de Pennsylvania.

La comunidad Amish fue fundada por el anabaptista de origen suizo llamado Jacobo Ammann, quien inspirado por varios versículos de la Biblia, en particular el siguiente versículo de la carta de Pablo a los Romanos: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12, 2; tomó la decisión de que lo mejor para poder vivir una vida cristiana humilde, sería separarse del mundo de la época y adoptar un estilo de vida simple y rústico, como es la vida agraria.

Debido a su definitiva decisión de no dejarse influenciar por la vida urbana mundana, incluyendo el progreso industrial y la tecnología desde principios del 1800, su estilo de vida, sus costumbres, sus vestimentas y su apariencia personal, se asemejan a la usanza y a la moda que existían hace más de 260 años, que es precísamente lo que impresiona tanto y llama la atención cuando uno visita sus comunidades y lo observa.
Las características generales de su estilo de vida son las siguientes: el uso de caballos y carruajes para el transporte local, el rechazo al uso de la electricidad de las líneas de servicios públicos, la prohibición de televisores y computadoras, el uso de algún tipo de vestimenta distintiva, el uso de barbas en los hombres, la educación formal finaliza en el octavo grado, se reunen en hogares para el culto cada dos domingos, sus líderes religiosos son laicos y viven en áreas rurales.

Sobre esta cultura Amish tan peculiar se podría decir, que ese ha sido el método y la manera de vivir escogidos voluntariamente por ellos, para ser capaces de vivir una vida cristiana simple, humilde y sin ambición; pero no aislados del mundo y detrás de altos muros como los monjes y las monjas, sino conviviendo y participando comercialmente con la sociedad moderna norteamericana.

Cualquiera podría pensar de manera justificada, que una comunidad que vive en esas condiciones, en el país más desarrollado y de mayor aplicación de tecnología y consumo en el mundo, no puede tener un futuro prometedor ni tampoco probalidades de que su población pueda crecer. Pues no es así, sorprendentemente la población total de todas las comunidades Amish en USA es de 378.000 personas en el 2023, y su población se ha estado duplicando desde el siglo pasado cada 20 años!

Poco después de haber leído por primera vez sobre la comunidad Amish, decidí en 2012 hacer un viaje expresamente a USA para visitar y verificar personalmente si todo lo que se decía sobre los Amish era verdad. Fuimos mi esposa y yo por varios días y nos hospedamos en una posada administrada por miembros de la comunidad, y pude comprobar que efectivamente, los Amish viven y trabajan como se acostumbraba a vivir hace 200 años.

Antes de finalizar estas referencias sobre los anabaptistas Amish, es más que merecido y justo reconocerles a todas las comunidades Amish en el continente Americano, que su decisión de apartarse del progreso económico y de la vida mundana, ha sido por un lado, seguramente positiva y favorable para poder vivir una vida espiritual cristiana con mucho menos tentaciones, ambiciones  y seducciones, que nosotros los que vivimos en las sociedades de consumo, y por el otro lado,  que su estilo de vida simple y ecológico, es indudablemente un modelo ejemplar que muestra y enseña al mundo, de que sí es posible vivir una vida plena y feliz, con mucho menos consumo y uso de tecnología en el siglo 21.

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