El amor al dinero corrompe y endurece el corazón humano.

Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. 1 Timoteo 6,10

Existe todavía en el imaginario de algunos pueblos, la creencia de que el dinero en abundancia y una buena educación, como lo han tenido las familias ricas y poderosas, convierte casi como por arte de magia, a los miembros de esas familias en mejores personas, más honorables, más dignas y más decentes. En épocas antiguas esa creencia fue impuesta por la misma clase gobernante aristócratica, y de ese mito se originaron las costumbres y las estrictas normas sociales, que reguló el trato sumiso y obediente en las relaciones personales entre la clase alta y la clase baja de las naciones.
Hoy en estos tiempos modernos, sabemos que esa creencia es falsa, puesto que en realidad, el amor al dinero pervierte al ser humano y lo induce a violar principios cristianos, la moral y las leyes.

La historia de la humanidad está llena de innumerables ejemplos y casos terribles, de cómo el amor a las riquezas convierte a aquellos seres humanos que se entregan en alma y cuerpo al dinero, en personas sin bondad, sin misericordia y sin compasión; es decir, en personas con un corazón de piedra!

Entre esos ejemplos están los siguientes:

  • Los reyes y monarcas, es decir, las personas mejor educadas, más honorables, más dignas y más decentes, quienes con inimaginables riquezas y lujos, no solo reinaron abusando de su poder a sus propios pueblos, sino que sobre todo mantuvieron a sus vasallos viviendo en la mayor miseria, durante siglos.
  • Durante y después de la conquista por parte de las monarquías europeas de muchos territorios de África y de todo el continente Americano, los reyes de esa época no vacilaron ni les tembló el pulso, cuando autorizaron el brutal y despiadado comercio de esclavos africanos, quienes fueron cazados como animales, atrapados y transportados en cadenas hacia las tierras del nuevo mundo americano, con el único propósito de ganar muchísimo dinero con mano de obra gratuita!
  • Un caso más reciente pero aun más aterrador, fue el exterminio de 6 millones de judíos ejecutado en campos de concentración de prisioneros, por el régimen Nazi dirigido por Adolf Hitler en Alemania durante la segunda guerra mundial entre 1939 y 1945. Una causa importante pero que se menciona poco, del por qué los Nazis tomaron la decisión de exterminar el pueblo de raza judía en Europa, fue la expropiación sistemática de los ahorros, activos y propiedades de todos los judíos deportados a los campos de concentración, los cuales se estiman en cientos de miles de millones de Marcos alemanes, que le sirvieron a los dirigentes nazis para financiar los gastos de la guerra y hacerse ricos.

Está más que comprobado que el amor al dinero, puede transformar al ser humano en una persona cruel e insensible, y hacerlo capaz de cualquier maldad e inmoralidad para lograr ganar mucho dinero. Esa es la razón, por la cual en la Palabra de Dios se encuentran tantas advertencias referentes al amor al dinero y a las riquezas, con el propósito de que los creyentes no nos dejemos seducir por la ambición de acumular tesoros.

En las iglesias cristianas se conocen muchos casos de pastores y predicadores, que lamentablemente se han convertido en adoradores del dinero y de la riqueza, los cuales con sus perversas intenciones, hipocresías y engaños, le están haciendo un daño enorme a sus ingenuos fieles principalmente y a la fe cristiana como religión. Es oportuno decir, que algunos de esos predicadores o “lobos vestidos de corderos” utilizan torcidos argumentos para justificar su amor al dinero, afirmando por ejemplo, que ser rico y próspero no es pecado. Pero resulta, que mucha gente rica y próspera acostumbra a cometer pecados graves, tratando de acumular aún más dinero. Así como éllos mismos lo hacen con su hipocresía y sus falsedades.

En esta sociedad de consumo en que vivimos y en estos tiempos en que todo gira alrededor de ganar y acumular dinero, es conveniente adquirir una actitud de prudencia en relación con el dinero, la cual consiste en considerar al dinero más bien como un mal necesario, y no como algo maravilloso e inofensivo que debemos adquirir sin falta y a toda costa. Esa actitud prudente en lo personal, me ha ayudado mucho a no extraviarme en la ambición y en el afán de ganar mucho más dinero del que necesito, y así poder llevar una vida modesta y sin lujos.

El gran Apóstol Pablo con la ayuda de la inspiración recibida por el Espíritu Santo y su gran sabiduría de la Palabra de Dios, logró describir magistralmente las negativas consecuencias del amor al dinero, al llamarlo: la raíz de todos los males.
Con esas 6 palabras, Pablo lo dijo todo y claramente sobre las desventajas del amor al dinero.

Y a mi no me queda más que decir: “El que tenga ojos, que vea”!

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