¿Sabes por qué la palabra persona significa máscara?

«No salgas fuera de ti, vuelve a ti, en el interior del hombre habita la verdad.» San Agustín

En los tiempos del imperio Romano, persona se llamaba la máscara o careta que se ponían los actores para caracterizar el papel de un determinado personaje en las obras teatrales.
Los antiguos griegos y romanos no le pusieron ese nombre a la máscara por casualidad, sino por el claro conocimiento que tenían de las usuales actuaciones y apariencias en el comportamiento de los seres humanos, y porque sabían, que el cuerpo no es más que la máscara que muestra un individuo ante el mundo. Desde hace apenas unos 250 años, el término persona adquirió su nuevo significado de ser humano.

Ahora bien, lo más importante de este asunto es saber que detrás de esa máscara de actor está nuestra alma, quien es nuestro yo verdadero y auténtico. Si eso es así, entonces la gran pregunta que cualquiera de nosotros se haría es ¿Quién soy yo: el personaje que he aprendido y he interpretado en mi vida pública o mi vida interior espiritual?

La vida interior espiritual es aquélla que se desarrolla y acontece a escondidas de los demás, la cual consiste en nuestra conciencia, asi como también los pensamientos, sentimientos, vivencias, deseos, pasiones que guardamos en el corazón y en la memoria, hasta que lleguen el tiempo y la ocasión oportuna en que decidimos soberanamente, compartirlos con algún ser querido o bien directamente con Dios.

En vista de que nuestra vida espiritual es para los demás absolutamente inaccesible, es la que cuenta y vale para nosotros. Si bien la vida interior es la auténtica, por fortuna es secreta e invisible.

Sabemos muy bien que las apariencias engañan y que en la vida pública como gran escenario que es, todos desempeñamos papeles diversos aparentando unas veces más y otras veces menos, para poder quedar bien y convivir armoniosamente con los demás.

Nuestra conciencia, ideas, sentimientos y vivencias espirituales, es decir, nuestra vida interior, es lo más verdadero y auténtico de nuestra existencia, y por esa sencilla razón, es lo que más deberíamos de consultar y escuchar a la hora de tomar decisiones en la vida.

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