La Biblia es guía eficaz y segura para la vida

Nuestra conciencia, nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestras vivencias espirituales, es decir, nuestro mundo interior, es lo más verdadero y auténtico de nuestra existencia, y por esa sencilla razón, es lo que más deberíamos de consultar y escuchar a la hora de tomar decisiones en la vida.

Eso justamente, es lo que han hecho los grandes héroes de la fe, como el rey David de Judá hace más de 3000 años, quienes han quedado como modelos a imitar para toda la humanidad, y de quienes todos nosotros podríamos aprender muchísimo.

Fíjense en ésta manera tan expresiva y al mismo tiempo tan solícita y cariñosa, con la que David dice para sus adentros clamando: ¿Alma mía por qué te abates, por qué te turbas dentro de mi? (Salmo 42)

¿Quién no se ha sentido alguna vez, así de triste, de abatido interiormente, de turbado y desconsolado como se sintió  David en ese momento?

La Biblia, además de ser la Santa Palabra de Dios y de servir de alimento espiritual para la humanidad, en élla estan descritos y reflejados todos aquéllos estados y las pasiones del alma humana, que todo hombre y mujer han experimentado y padecido en algún momento de su vida. Por esa razón, se podría considerar la Biblia como el espejo veraz y probado del espíritu humano, de todos los tiempos.

Ese salmo de David, es por cierto, una muestra excelente y práctica del amor a sí mismo, al que se refirió Jesucristo en su mensaje sobre el mandamiento más importante.

El amor a sí mismo consiste en atender a nuestra propia alma apropiadamente y corresponder en lo posible sus necesidades fundamentales que son: el conocimiento de la verdad, el amor puro (caridad), la fe y la esperanza.

La lectura de los salmos de David en la biblia, ha sido para mi una fuente maravillosa de consuelo, de comprensión y de solidaridad espiritual, porque los salmos me enseñaron en primer lugar, una manera de acudir a Dios por su ayuda y de expresar acertadamente mi propia aflicción y sufrimiento, y en segundo lugar, me enseñaron que otras personas tambien habían experimentado experiencias tormentosas en sus vidas y que habían sufrido en una forma muy similar a la mía.

Si en alguna de las innumerables luchas que la vida nos pone en nuestro transitar, nuestra alma se llegara abatir por algo, si nos sentimos derribados moralmente, lo mejor que podemos hacer es, recogernos en la intimidad de nuestro ser, estar dentro de sí, centrárnos en lo más profundo de nuestra alma, y dirigirnos a élla y alentarla cariñosamente con las poderosas promesas que Dios nos ha revelado en su Palabra, tal como lo hizo el rey David durante su tortuosa vida.

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